MONOGRAFÍA
1. Definición:
Por
sus raíces griegas (“mono”, uno, y “graphos”, estudio), se refiere al estudio
de un tema específico. En una extensión regular de 30 a 50 cuartillas, aborda
un asunto que ha sido investigado con cierta sistematicidad; por lo general, es
producto de un trabajo de investigación documental que únicamente da cuenta de
la información recabada. Se puede presentar como un trabajo argumentativo,
expositivo, explicativo o descriptivo.
2. Función en el ámbito académico:
Una
monografía es la mejor opción para desarrollar la capacidad de buscar
información de calidad, saber analizarla y organizarla con el fin de lograr la
comprensión de un tema delimitado de forma precisa. Supone un ejercicio mental
ya que implica un recuento de conocimientos propios, a partir de los cuales
comienza la compilación de información.
3. Estructura:
Las
partes de una monografía son las siguientes: portada, dedicatoria o
agradecimientos (opcionales), índice general, prólogo (si se requiere),
introducción, cuerpo del trabajo, conclusiones, apéndices o anexos y
bibliografía.
ü Portada: en
ella se enuncian de manera ordenada el título de la monografía, el cual debe
“reflejar el objetivo de la investigación, el nombre del autor, el nombre del
asesor, la materia, la institución, el lugar y la fecha.
ü Dedicatoria o agradecimientos: si
se desea, se puede agregar una hoja que funcione para dedicar el trabajo a
alguien especial o para agradecer a una persona o a varias por su colaboración
en la realización de la monografía.
ü Índice general: en
él se enlistan los subtítulos presentes en el trabajo y se asigna a cada uno la
página en la que se encuentra. También se pueden agregar índices específicos de
los recursos empleados como tablas, ilustraciones, gráficas, apéndices, etc.
ü Prólogo: en
una hoja aparte, la escribe el autor o alguien más. No es indispensable, pero
en éste el alumno tiene la posibilidad de presentar los motivos que lo llevaron
a elegir el tema, los problemas que tuvo mientras llevaba a cabo la
investigación y algunas cuestiones personales relacionadas con su trabajo
(Ander-Egg y Valle, 105).
ü Introducción: en
una extensión de 2 ó 3 páginas se plantea el tema, la problemática a exponer y
su relevancia, el objetivo general del trabajo y los objetivos particulares (si
es que hay). También se pueden mencionar, a manera de síntesis, las secciones
del trabajo como una guía para el lector y se pueden destacar algunos autores
citados continuamente en el texto. Cabe destacar dentro de este apartado el
alcance de la investigación para que se conozcan desde un principio los límites
de la monografía. Como último paso dentro de la introducción, es importante
describir los métodos utilizados para llevar a cabo la indagación sobre el
problema.
ü Cuerpo del trabajo: se
organiza en capítulos o secciones que deben llevar un orden preciso. Se pasa de
lo general a lo particular de forma progresiva en la exposición de la
evaluación y presentación de los datos. Es de gran importancia relacionar
lógicamente cada subtema de la monografía con el fin de unificar la
investigación. Hay que tener en cuenta que los aspectos fundamentales de cada
capítulo son “los hechos, su análisis y su interpretación, presentándolos en
forma de texto, cuadros, gráficos, ilustraciones, etc.” (Ander-Egg y
Valle,1989: 108).
ü Conclusiones: se
realiza un recuento de las ideas principales tratadas en el trabajo y se
expresan algunas opiniones derivadas de la reflexión y análisis del tema, las
cuales pueden ser útiles para demostrar que se lograron los objetivos
planteados en el inicio: “Las conclusiones constituyen las respuestas
encontradas al problema planteado en la introducción”
ü Apéndices o anexos: no
siempre se deben considerar en una monografía, sin embargo, son materiales de
apoyo para profundizar en el tema. Los apéndices tienen la función de
conceptualizar temas relacionados indirectamente con la investigación central
de tal manera que la pueden complementar, mientras que los anexos son tablas,
gráficas, cuadros, etc. Que respaldan algunas afirmaciones hechas en el cuerpo
del trabajo.
ü Notas al pie: se
pueden utilizar cuando es necesario añadir algún comentario, definición o dato
relevante que no embona dentro del texto pero que puede servir de apoyo para el
lector.
ü Bibliografía: se
enlistan todas las fuentes de información empleadas. Es primordial poner la
información completa de cada fuente de acuerdo al Manual de estilo APA[1] Se recomienda organizarlas
alfabéticamente.
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